domingo, 20 de mayo de 2007

La vida cerca de la ría tiene cierta magia. Sin embargo, en general no hay mucha diferencia entre la vida aquí y la vida en otras partes. La vida sigue igual. Es porque la gente sigue igual.

Estés dónde estés, encontrarás gente que, antes o después, te puede hacer daňo.Y cuando pasa esto, cuando te hacen daňo, el fulgor fresco de la ría no te ayuda, no te abraza, solamente te da más espacio para pensar. Y tú le preguntas a la ría "por qué". Y ella no te responde. Pero no importa, porque tú ya conoces la respuesta. Ya sabes, que podías haber evitado que te hicieran daňo. Pero a la vez sabes muy bien que vayas a dónde vayas, siempre aparecerá alguien a quien le vas a querer mucho - y quien te hará daňo. No es que sea su motivo. Esa persona simplemente te hará daňo por una única razón - tú la quieres.

Así es la vida no sólo cerca de la ría. Da igual que tengas veinte o treinta. Da igual que seas estudiante, profesora o peluquera. Siempre habrá alguién quien puede hacerte daňo y cuánto más lo quieras más fácil será que te lo haga. Y tú lo sabes. Estás mirando la ría y lo sabes porque ya te ha pasado muchas veces. Menos mal que también sabes que, estés dónde estés, siempre habrá alguien quien va a quererte a tí. Solamente ten cuidado que no le hagas daňo...

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