Ser de nuevo un bebé...
Un bebé que ve el mundo con los ojos inocentes de los bebés que no ven la maldad. Ser un bebé al que no castigan por como es... Ser un bebé al que todo el mundo lo mira y ve sólo un bebé?

Tal vez prefiero no volver a ser un bebé.
Mejor que me castiguen y que se burlen de mí por lo que soy,
pero que me vean tal y como soy!


Aunque...
Poder dormir tanto como los bebés... :-)

La boda

El sábado voy a una boda. Estuve sólo en una boda y eso fue cuando tenía cuatro aňos. Desde entonces no he ido a ninguna. Y ahora estoy invitada y no me apetece ir.

Martín y yo fuimos muy amigos cuando eramos pequeňos. E incluso cuando eramos adolescentes. Cuando empezó a salir con Jana enseguida le cogí cariňo a la chica. Los tres salíamos juntos de fiesta, nos emborrachabamos en el coche al lado de nuestra casa y hacíamos un montón de tonterías. Todo eso se acabó. Pero no me importa porque mereció la pena.

Sin embargo la relación de nosotros tres cambió mucho. No me refiero a la confianza o intimidad. He estado fuera mucho tiempo y es natural que las mejores amistades se convierten en 'las antiguas amistades'. Pero en los últimos días resulta que sí se ha perdido algo muy importante. El respeto. De repente mis amigos ya no respetan mis decisiones, no me apoyan en mis planes y, tal vez, hasta les parecen ridículos. Y yo, en otro lado, tengo que enfrentarme al hecho de que los dos van a casarse.

Me alegro. Me alegro mucho si estarán contentos los dos. Pero no puedo evitar una duda que tengo. Así es el amor? Porque si esto, lo que son las dos personas, es el amor, si es la razón por la que la gente se casa, pues creo que no me casaré nunca.

Pero el sábado iré a la boda aunque no me apetece. Y en el momento cuando los dos digan "Sí." estaré deseando que estén feliz para siempre... y que aprendan respetar a la gente aunque sea distinta.

Enhorabuena amigos!

El problema de los soňadores...

Se acerca el fin de mi carrera. O sea el examen final. Aquí a parte de entregar el proyecto tenemos que examinarnos también. Y ese examen lo hago el día 30. Para ser sincera todavía no he estudiado mucho. Y como siempre en la época de exámenes tengo que enfrentarme a mi peor problema que es 'el soňar'.

Aquí tenemos un dicho: No digas 'aúpa' antes de que resaltes. Y exactamente eso es lo que hago yo. Me imagino cómo sería viajar a Espaňa, buscar ahí un trabajito, correr en la playa o respirar el aire lleno de olor de los oleandros. O me imagino cómo será si me aceptan a la carrera de segundo ciclo. Viviré en la residencia, estudiaré duro, entenderé muchas cosas... Y habrá mucha fiesta. Buscaré trabajo en un pub o quizás en una escuela de idiomas. Y el segundo aňo de la carrera viajaré a Venezuela o a Perú y podré estudiar la ciencia política en los Andes, y...

De repente algo me arranca de mi reflexión y veo que sigo sentada aquí con los apuntes delante y que la fecha del examen se está acercando. Entonces intento concentrarme un poco más pero no consigo evitar que esto pase de nuevo. Es una maldición de los soňadores y sólo los demás soňadores perdidos podrán entenderlo. Es que nececitamos soňar!

Destino o la ley de Murphy?

Seguro que ya te ha pasado alguna vez. Te decides hacer algo o, mejor dicho, decides negarte a algo y te sientes bien, satisfecho contigo mismo. Pero como suele pasar, tarde o temprano, viene exactamente lo a que querias negarte. Puedes elegir. O te niegas de verdad o te dejas llevar.

Es mayo. La ciudad se llena de olores intensos. Están floreciendo los cerezos. La costumbre checa es que la pareja debe besarse bajo el cerezo el día 1 de mayo, con el que se inicia el mes de amor. Pues al parecer las parejas de esta ciudad celebran ese día sin parar ya más que una semana. Sinceramente ya me harté de ver las parejas besándose bajo los árboles y por todas las partes. Puede que sea envidiosa. Aunque me conformaría con algo más sencillo que, sin embargo, es más difícil para conseguir. Y exactamente de eso quiero escapar. Intenté negarme a pensar en lo que deseo. Intenté olvidarme de que quería que me regalaran flores sin que tuviera que pedírselas, que me hablaran sin palabras y que me entendieran. Me había prohibido imaginarme como sería... Y la verdad, un par de semanas me iba muy bien. Hasta el finde pasado.

Tenía planeado estar todo el finde montando a caballo por los bosques y el campo y pasarlo bien con gente encantadora. Una típica escapada del ritmo de vida cotidiano. Pero no me imaginaba que podría encontrar a alguién especial. Alguien quien derribó con una sola mirada todos mis propósitos que me había dado.
Podría preguntarme a mí misma por qué me ha pasado. Será el destino? Ya paso de creer en el destino porque igual no veo el porqué de las cosas. Por una vez ya tengo que admitir que la ley de Murphy de verdad funcciona.