lunes, 17 de marzo de 2008
Dos días
Para dos días, bellos y cortos,
algo se me ha acercado
- mi deseo, tu cercanía.
Tu voz, tu tacto en la boca mía.
Algo tan sagrado, algo tan deseado.
Dios, qué rápido dos días han pasado.
Ahora ya nos vamos, pero por separado.
Sólo con esperanza y el cielo nublado.
miércoles, 12 de marzo de 2008
Sin nombres
Se pierden en un susuro.
Y quedas sólo tú. Tú.
Pero sin nombre
porque todos los nombres
que nos dimos
los hemos perdido
en un susuro.
Y quedas solo Tú
y Yo.
Los dos sin nombres.
Así que esta vez
somos nosotros de verdad.
Sin nombres.
Solos.
Juntos.
domingo, 9 de marzo de 2008
El baile
Me apoyaba en la barandilla y miraba las parejas bailando. La pista estaba llena. Bailaba todo el mundo. Y a mí también me apetecía bailar. Pero no con uno de esos estudiantes, no con mis amigos que me acompaňaban nisiquiera con los profes. Me imaginaba como sería poder bailar contigo. Lo veía todo claramente - los pasos, los movimientos, las miradas... No me apetecía nada más que tenerte ahí, poder bailar contigo, sentirte cerca y disfrutar.
Pero al final bailé mucho. Bailé con los estudiantes (sería mejor llamarles niňos), con mis amigos y con un profe. Pero entre bailar y mantener una conversación convencional no pude evitar escaparme lejos en mis pensamientos. Lejos de esa pista de baile a una que al parecer era igual pero tenía una cosa más - a tí. Sería mejor que no deseara esto. Igual sería mejor que no sintiera lo que siento por ti. Pero no me arrepiento. Lo único que nececito (aparte de tu presencia) es decírselo a alguién, o sea, a mi blog. Y menos mal que no lo lee nadie. Y menos mal que no lo lees tu, aunque puede que te haga entender mejor algunas cosas. Y podrías responderme una pregunta que tengo: Te apetece bailar conmigo?
jueves, 6 de marzo de 2008
El Río
Me pregunto por qué me gusta tanto el río (y la ría) si el agua en sí no me gusta mucho. Será porque he vivido muchos aňos cerca de este río. Estaba en el instituto, iba a casa sólo los fines de semana y a veces ni eso. Y casi todos los días de la semana iba a ver el río. Sólo unos pasos y estaba allí. La ciudad que me rodeaba dejaba de existir. Sólo había el río y yo. En él hundía todos mis problemas - los que no quería confesarle a nadie más... Me sentaba a su orilla y se lo confesaba todo... Cuánto me dolía que me llevaba mal con mi padre, mis primeros amores... Las primeras traiciones. Le contaba incluso mis deseos y al río no le parecía mal que quería abandonarle porque sabía que siempre volvería a charlar con él. A su lado me sentía segura y yo misma. Y no veo la hora de sentarme otra vez a su orilla y escuchar lo que me contará esta vez...
miércoles, 5 de marzo de 2008
Esperar detrás del muro...
Esperé. Esperé mucho.
Soñé contigo mil veces.
Soñé que volvía a tenerte
A mi lado
Aunque todavía
No te he tenido de verdad.
Nunca ha sido cierto.
Nunca ha sido nuestro,
Lo tuyo y lo mío.
Se quedaba detrás de ese muro
Que yo no podía derribar.
Detrás del muro
Y tu me dices
Que hay que olvidar?
¡Mentira!
Soledad...
Preguntas
Entran en mi cuarto
Y son las únicas
Amigas que hablan conmigo.
Miles de preguntas
El muro sigue aquí.
Los besos, tus palabras
Se quedan en su sombra.
Esperé. Soñé que quitabas
El maldito muro del medio.
Y sigo soñando con eso.
La lejanía me impide
Levantar la voz, los brazos
Abrazarte y ,
Ladrillo por ladrillo,
Ir derribando ese muro.
No quiero volver a tener miedo.
Quiero volver a soñar
Que vuelvo a tenerte.
Y aunque sea mentira
Soñar que un día desaparecerá
La sombra de ese muro.
Por ahora sigo esperando.