martes, 20 de mayo de 2008

La boda

El sábado voy a una boda. Estuve sólo en una boda y eso fue cuando tenía cuatro aňos. Desde entonces no he ido a ninguna. Y ahora estoy invitada y no me apetece ir.

Martín y yo fuimos muy amigos cuando eramos pequeňos. E incluso cuando eramos adolescentes. Cuando empezó a salir con Jana enseguida le cogí cariňo a la chica. Los tres salíamos juntos de fiesta, nos emborrachabamos en el coche al lado de nuestra casa y hacíamos un montón de tonterías. Todo eso se acabó. Pero no me importa porque mereció la pena.

Sin embargo la relación de nosotros tres cambió mucho. No me refiero a la confianza o intimidad. He estado fuera mucho tiempo y es natural que las mejores amistades se convierten en 'las antiguas amistades'. Pero en los últimos días resulta que sí se ha perdido algo muy importante. El respeto. De repente mis amigos ya no respetan mis decisiones, no me apoyan en mis planes y, tal vez, hasta les parecen ridículos. Y yo, en otro lado, tengo que enfrentarme al hecho de que los dos van a casarse.

Me alegro. Me alegro mucho si estarán contentos los dos. Pero no puedo evitar una duda que tengo. Así es el amor? Porque si esto, lo que son las dos personas, es el amor, si es la razón por la que la gente se casa, pues creo que no me casaré nunca.

Pero el sábado iré a la boda aunque no me apetece. Y en el momento cuando los dos digan "Sí." estaré deseando que estén feliz para siempre... y que aprendan respetar a la gente aunque sea distinta.

Enhorabuena amigos!

No hay comentarios: